“La Vida de una Mexicana”

Brenda Perez
The Paw Print

La vida de un mexicano nunca es fácil especial mente cuando tienes la mayoría de tu vida viviendo aquí. La gente de aquí y la gente de tu misma raza siempre te ven diferente porque ya nomas cruzando la frontera no eres ni de aquí ni de haya. Siendo chiquita y viviendo en México la vida era muy difícil, mi papa se venía por tres o cuatro meses ala ves para poder llevarnos dinero para mi mama, hermano y yo. Mi abuelo ayudaba a mi papa cruzar la frontera hasta que mi papa agarro su residencia. Ya cuando tenía cinco años mis padres decidieron traernos para los Estados Unidos. Yo no recuerdo eso muy bien no más sé que ya estábamos en un nuevo lugar. Cuando fui a la escuela aquí me sorprendí mucho porque yo no savia inglés, estaba en un país diferente, y me estaban llamando por un nombre diferente porque en México me desean Vicky por mi nombre de en medio Eduviges, yo no savia que estaba pasando. Después de unos dos años ya por fin me acostumbre y aprendí a hablar inglés, gracias a una maestra muy querida Mrs. Gallegos. Pasaron cuatro años después de que yo pude ir a México otras ves, ya la gente comenzó a decir que no estaba ablando español bien y en Estados Unidos me desean que no hablaba inglés bien. Todavía no teníamos papeles y tuvimos que pasar de vuelta como mojados. Me acuerdo muy bien cuando mi abuelo nos pasó por la frontera de El Paso y Juárez. Cuando pasamos mis tenis estaban llenos de lodo y una cajera me vio los tenis, ella savia porque estaban así pero no hizo nada. Esa fue la última vez que vi a mi abuelo, él se murió en Abril del 2001. No lo pude ver cuando se estaba muriendo porque no teníamos la residencia para salir y la frontera se estaba poniendo más dura. Cuatro más años pasaron para que pudiéramos agarrar la residencia. Fue un trámite muy difícil y costoso. Ya teniendo la residencia todavía pasaron más anos después de que pude ir otra vez, fuimos en Octubre del 2012. Cuando fui era tan diferente, las cosas cambian, la gente, todo. Mis familiares estaban más viejos y tenía primos que nunca avía conocido. Todo es muy diferente de cómo son aquí, allá casi no ay protección de los policías, la gente maneja muy feo, y se nota la pobreza que hay, cundo estábamos cruzando la frontera para haya toda la gente que vende cosas se te arriman a los muebles para pedir te dinero o para que le compres cosas. Cuando puse un pie en el pueblo donde salí, Buena Vista, Chihuahua me solté llorando porque así a doce años que no iba. Yo me puse a recapacitar de todo lo que yo soy y he hecho se lo debo a mi abuelo, Baltazar Pérez y mis padres. Si ellos no me fueran pasado mi vida fuera ser muy diferente de lo que es ahora. Ahora la gente Mexicana todavía me dice que hablo el español mocho, pero en ingles me dicen que lo hablo como la gente de aquí. Es difícil tratar de tener a toda la gente feliz ni modo así hablo y así se me va aquedar. Aun así yo me siento muy orgullosa de ser mexicana porque vine de abajo y me superado, y sigo siéndolo. Aquí uno parece que esta pobre pero las pobrezas de aquí son recesas haya. Yo sé que historias como la mía hay muchas pero yo quería hablar de mi historia porque cada historia es única. Y sigo siendo ni de Aquí ni de Haya.

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