¿Bolivia Ganaría el Acceso al Mar? Morales Dice “Sí”

Nathan Crites-Herren
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El Gobierno de Bolivia, a través de su agente ante tribunales internacionales, Eduardo Rodríguez Veltzé, y el canciller del Estado, David Choquehuanca, presentará hoy en el Tribunal de La Haya una demanda contra Chile para defender el derecho de retornar con soberanía a las costas del Pacífico.
El vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, señaló que “mañana (hoy) concluye una fase muy importante y laboriosa, que llevó adelante el Estado en defensa de los intereses” del país, al preparar por el lapso de dos años “la demanda que llegará a La Haya”.
Fue el 23 de marzo de 2011 que el presidente Evo Morales anunció la decisión de Bolivia de recurrir a la justicia internacional para defender el derecho nacional de un acceso soberano al mar tras más de 130 años de evasivas chilenas sin solucionar el enclaustramiento geográfico al que quedó condenada Bolivia luego de ser invadida en 1879. Chile se apropió de 120.000 kilómetros de territorio y 400 kilómetros de costa.
“Hoy en nuestra América soplan otros vientos; somos un continente de paz, sin guerras ni confrontaciones que buscamos solución pacífica a la injusticia histórica”, ha afirmado Morales en el acto central celebrado en la plaza de Abaroa, en la residencial zona de Sopocachi de La Paz.
García Linera remarcó que, una vez que la demanda sea presentada con el cumplimiento de los requisitos necesarios y los justificativos legales correspondientes, “se inicia una nueva etapa que hay que esperar en función de los procedimientos que tiene el Tribunal y responder a cada una de las exigencias que realice esta instancia legal internacional para consolidar la demanda en el Tribunal”.
“Es un paso muy importante en la historia diplomática de nuestro país, que cuenta con un apoyo generalizado de la población boliviana”, afirmó el dignatario de Estado.
En cambio, en Chile, el escenario antes de la presentación del reclamo boliviano ante la justicia internacional es diferente. El propio presidente de ese país, Sebastián Piñera, expresó su preocupación por la división en el ámbito político chileno respecto del derecho boliviano.
“He escuchado muchas voces disidentes del lado de la Concertación, he escuchado al senador Gómez, que sostiene que Chile debiese entregar territorio o soberanía (…) Y esas voces que tienden a dividir o debilitar no contribuyen en nada a la causa chilena, y me gustaría mucho que todos los candidatos presidenciales se pronunciaran en forma firme, fuerte y clara en esta materia”, dijo en una entrevista con radio Duna, de Santiago.
El Vicepresidente boliviano vio el nerviosismo y preocupación de Piñera “porque Bolivia elaboró un trabajo muy serio en términos legales”. “Se ha unido un equipo de historiadores y abogados de primera a nivel nacional, es una demanda que une a todas las fuerzas políticas y sociales”, afirmó.
Dijo que “no debe preocuparnos lo que expresa el Presidente de Chile, la justicia histórica está contra él, y no puede revertir este asunto, está condenado al fracaso, una vez que la historia y la justicia están de nuestro lado, y lo vamos a demostrar en los foros internacionales”.
Al indicar que seguramente Bolivia no va a impugnar el Tratado de 1904, Piñera advirtió de que “el hecho de que Chile se haya sentado a la mesa del diálogo genera un derecho expectaticio y una obligación, lo que es una interpretación legal profundamente equivocada”.
García Linera manifestó que Bolivia “hizo un balance histórico de las frustraciones hasta aquí acumuladas y da un paso muy importante. Frente a ello Chile no hablo del pueblo chileno, el presidente Piñera lo único que demuestra es nerviosismo, preocupación y hasta desesperación, y claro que va a intentar todo para desvalorizar el trabajo serio, firme, detallado, de cuidado, realizado por Bolivia”.
En tanto, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aseguró que la presentación de la demanda se inscribe en la economía jurídica internacional y que “tiene antecedentes históricos y jurídicos”. “Chile no debiera preocuparse, sino defenderse como corresponde”, enfatizó.
Bolivia y Chile mantienen relaciones comerciales solamente, algo tensionadas. Las diplomáticas fueron interrumpidas en 1962 a raíz del desvío unilateral del río Lauca. Fueron reanudadas el 8 de febrero de 1975 por los generales Augusto Pinochet y Hugo Banzer, ambos presidentes de facto, pero suspendidas por Bolivia tres años más tarde, en 1978.
Los gobiernos de Morales y de Michelle Bachelet, en su primera gestión, acordaron una agenda de trece puntos, el último sobre la demanda marítima, que sin embargo no prosperó y llevó a Bolivia a plantear una demanda ante la CIJ con el objetivo de que Chile se siente a dialogar.

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